domingo, 16 de agosto de 2015

Volver a Hacerlo

Nunca debimos hacerlo. Nos hemos mal acostumbrado a ello, y lo tenemos marcado como rutina.

Intentamos en la medida de lo posible no disfrutar mucho del momento. Puntuamos las horas como insuficientes y suspendimos este primer trimestre por el tiempo. Asignatura pendiente en todos esos ratitos de placer.

Si me apuras nunca supimos hacerlo en condiciones. Siempre nos faltaba algo. Si es verdad que lo hacíamos uno delante del otroen poco espaciocómodossentadostumbados, abrazados, de mil maneras posibles, de todas las posturas habidas y por haber.

Sucumbíamos en una ronda de cariños y nos guiábamos de una pasión desenfrenada. Provocamos risas nerviosas para aplacar los nervios y besos prohibidos para menores de ε/2. Nos hinchamos a caricias, abrazos, miradas.
Teníamos un vocabulario de palabras entre las que destacan "Sigue", "No pares", "Otra vez", "Una vez más".

Quizás nos faltó un poco de ganaspero era normal que no las tuviéramos. El momento no era propicio para desnudarlas ante nuestros ojosEl ambiente era frío a pesar del calor que desprendían nuestros cuerpos.

Sólo nos gustaban las ansias que teníamos de repetirlo una y otra vez aún habiendo no acabado.

El caso es que ni el peor de nuestros amantes supo empeorarlo.

No nos gustaba y a pesar de querernos tanto, no llegamos a encontrarle el puntillo. El clímax colectivo. El orgasmo definitivo. Es una pena no haberlo hecho en más de una ocasión en cama. Pero cualquier lugar era excusa para hacerlo más emotivo.

Nunca supimos describir lo que parecía. Y al final lo que parecía resultó ser lo que no era. Como ahora. Tú pensando en vete tú a saber qué, y yo, en definitiva, hablándote de una de nuestras tantas despedidas.

De esas que nos tienen nostálgicos entre la última vez que nos vimos y la próxima vez que nos volveremos a ver.

Aunque no sé si deberíamos hacerlo.

Volver a vernos.

Volver a despedirnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...