martes, 7 de julio de 2020

Un lunes más sin ti

Mañana no. Mañana ni aunque me quieras. Mañana, aunque nos necesitemos, no vamos a estar. Ni pasado ni de presente de indicativo. Mañana de mucho futuro pluscuamincierto. Que mañana no, pero es que no se sabe cuando, ni como, ni porqué.

Mañana no. Pero no porque no quiera, sino porque no quieres. Mañana no, de no. De esos que rozan los nuncas a punto de hacer tope con el bordillo del abandono. Que yo no lo haría, ni mi futuro tampoco. Como cualquier otra campaña de año contra todo pronóstico del desamor, él nunca lo haría. Mis versos, como ves, a vísperas de estar esperándote, menos.

Mañana es un lunes más sin ti. Un día cualquiera vestido de te esperas. Un fin de semana más que se acaba sin un cuidadoso te quiero. Sin palabras que esperancen, sin guión, sin sino, sin bandera. En busca de cualquier deriva que nos separe más si cabe. Con un baúl cargado de fotos, de recuerdos, de vida. 

Y que ya no esperan ningún día del mes. Que todo el amor acabó en cuarentena, en busca de polos opuestos que cada vez más se atraen a punto de chocar. Uno el del olvido, esperando dar bocado a todo un nosotros repleto de tiritas. El otro, un para siempre, que busca agonizante, la orilla de cualquier labio que cure más que bese.

Otro lunes más sin ti, en busca de un fin de semana que aunque, llegue, no finaliza nada. Y pasan las horas donde el tiempo se mata por tal de que no nos mate a nosotros. En busca de, Dios sabe qué,
pero desde luego,

Procurando no tocar nunca, un martes,

Un martes más sin ti.

Te quise,
Te quiero,
Te lunes.

Te lunes mucho.

miércoles, 1 de julio de 2020

Me quedo con todo lo malo

Me quedo con todo lo malo. Con todo lo que sufrimos, con todo lo que pasamos. Me quedo con todos los besos sin dar, con todas esas caricias que se quedaron a milímetros de ser dadas. Me quedo con los arañazos a la confianza, con la venganza desmedida, con el amor a trozos, con el cariño partido.

Me quedo a esperarte. A luchar con moratones en el alma, con la nostalgia de encontrarme de nuevo en tus ganas. Vengo a pelear con todo lo malo que se te acerque, a que la sangre de mis heridas sea la cura de las tuyas.

Me quedo con todo lo malo. Todo lo que nos hace más fuerte, todo lo que nos hace cambiar porque nos equivocamos de lo lindo. Nosotros, auténticos drogadictos de quererse de cerca. Aunténticos camellos de exigirse amor.

Me quedo con todo lo que se lloró en esa habitación, en esas sábanas, en ese colchón. Sitio donde se quiso tanto, que poco se dijo, sitio donde, cuando reías, todo lo malo se iba por la puerta sin decir adiós.

Me quedo con todo lo que nos equivocamos. Con todos esos tachones y borrón y cuenta nueva que secamos al sol para volverlos a usar en caso de que todo lo malo se vaya a quedar con nosotros.

Porque no se trata de ser felices para siempre sino de haberse llorado de verdad, de haberse querido en las malas, de querer querer. Ser compañía que para todo está, que para todo se le requiere.

Porque yo me quedo con todo lo malo,
 
Por si algún día nos perdonamos de tanto fallo,

Por si algún día me vuelves a curar,

Con todo lo que se cayó sin querer ahí,

En todo lo malo.