domingo, 21 de diciembre de 2014

Por mundos

Es un mundo distinto. Un mundo de amistad de ida. Un mundo ajeno al hospital que ocupa. Un mundo de martes.
Es un mundo donde I. te construye un castillo de colores. Donde él, con el nombre de un país en guerra, te da paz entre bloque y bloque de lego. Donde entre torre y torre cuenta su edad con los dedos de una mano.
Es un mundo donde S. y sus nervios juegan a mil cosas diferentes. Donde ella descansa en cama y ahora lo que quiere es explotar jugando. Donde el cansado eres tú. Donde ella, con el nombre de la capital de Bulgaria, te colorea un escudo del Sevilla siendo bética. Donde te da un ejemplo de deportividad, una enana más chica que un balón.
Es un mundo donde M.I. te cuenta que su sueño es ser periodista de moda y que odia profundamente las matemáticas. Tanto o más como adora a Henry Méndez. Donde su pasión secreta es bailar. 
Y la que vela por las noches con ella no lo sabe. Es decir, su madre no lo sabe. Y tú te conviertes en su confidente. Imagínate. Un mundo donde doce años es tu mejor amiga.

Además todo en un mundo donde mañana ya no importa. Porque mañana ellos curarán y no volverán a verte. Lo que te decía, una amistad de ida. 
Y tu mañana en otro mundo. Y dentro de otra semana en otro.

Como L. jugando a su juego favorito de Play Station, ganándole a su enfermedad por semanas, ganándole a su enfermedad por mundos...

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