domingo, 21 de diciembre de 2014

Juanmi, tengo problemas

Con diecisiete mil proyectos por delante, con una vida medio empezada, con ilusiones, sueños y joyas bonitas (como las Supernenas). Con experiencias, palos que da la vida, con una hipoteca, con el salario base congelado; con tus problemas llegas allí, a ese lugar mágico de la realidad oculta.
Con tus desamores por bandera, con el escudo del fracaso, con los colores de la tristeza, con el ejército del mal, llegas allí, al lugar donde todas esas cosas no existen, porque ellos se encargan de recordártelo.

Porque en algo estamos de acuerdo mi amigo Juanmi y yo: Teníamos muchos problemas. 
Mi amigo Juanmi va en silla de ruedas porque sus piernas no son suficientes para esa gran persona que lleva su cuerpo. Mi amigo Juanmi tiene vendas en la cara de lo guapo que es. Mi amigo Juanmi es mi amigo, y yo sé que cuando yo peque de enfermo, él estará ahí con la dosis exacta a mis males.

Yo le contaba a Juanmi mis problemas en silencio. Su escucha era atenta puesto que el resto de sentidos estaban inmersos en el resultado global de un partido de fútbol entre amigos de Play. Después de dos horas enumerándole mis problemas de adulto iluso, va el Juanmi y me sentencia:
- "Sólo tienes un problema."
- "¿Cuál Juanmi?" - pregunto sorprendido.
- "Tienes demasiada barba..."

Menos mal que estaba en esta tarde de hospital. Menos mal que está este puerto donde Juanmi espera algún día, zarpar. Menos mal que está mi amigo Juanmi para empujar mi silla de ruedas...

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