domingo, 11 de octubre de 2015

He decidido querer


Yo no me espero. Si me tengo que entregar a los brazos de alguien lo voy a hacer desde ya. Yo si quiero, quiero desde el minuto menos tres. He decidido querer. Y lo pienso dar todo sin miedo a que caiga en corazón roto. Porque yo he venido a querer. No a marear la perdiz. Ni a probar a ver que surge. Ni a intentarlo. Yo vengo a que funcione. Con la idea lejana de que se puede estropear pero desde luego nunca con el pensamiento pesimista de 'a intentarlo'. Porque eso es ya vaticinar el no. Y yo quiero que sea sí, a toda costa. A todo beso.

Si el amor es confianza, yo voy a confiar en ella desde ya. Si me tiene que partir el alma que me lo parta pero yo aquí he venido a sumar, sea lo que sea. Experiencias o abrazos que quiero hallar en el cuerpo de otra. Yo no entiendo el amor como algo que haya que esperarse sino como algo que se tenga que ir a encontrar. 

Al amor hay que darle un tiempo que no tienes pero que de todas formas, si lo quieres, se lo vas a dar. Dicho de otra manera, al amor hay que dedicarse. En cuerpo y alma. En tiempo y ganas.

A mi no me va a importar como se me etiquete entre locura y atrevimiento. Porque yo amaré como lo sienta. Como me venga en gana. Sin dejarme influir por los demás. Que vete tú a saber quienes son, y sobre todo, que vete tú a saber quiénes se creen. Yo la única boca que quiero pidiéndome explicaciones es la tuya, exigiéndome un poquito más.

A mí no me tiene ella que demostrar nada porque yo no pienso ponerle condiciones. El amor no se demuestra. El amor se hace. Cuando vas a buscarla por sorpresa al trabajo no es demostrar amor, es hacerlo. Cuando le dejas una notita al pie de su mesita de noche no es la prueba irrefutable de que la quieres, es la acción de hacerle el amor fuera de la cama. Para mí, hacer el amor, tiene muchas más acepciones que las del diccionario. Yo quiero amar diferente. Salirme de las normas y reglas. Amar como me dé la gana. Mandar la literatura moderna al fondo del congelador y que todo lo que quede sea Ovidio pidiendo el arte de amar.

Yo lo único que quiero es que ella quiera también. Y que si quiere, que esté. Que a mí con estar ahí cuando más lo necesite me va a valer como amor muy correspondido.

He decidio quererla y cuando termine este texto pienso ir a buscarla. Yo no me espero a que pueda ocurrir que se olvide de mí. O que llegue uno antes que yo. El no o el sí me lo quiero ganar ahora porque yo no pienso perder más tiempo por cortesía.

Voy a buscarte allá donde esté. Y no te quepa la menor duda de que voy a encontrarte. Porque quien quiere, puede.

Y yo hace mucho tiempo que he decidido querer.

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