lunes, 6 de abril de 2015

La Chica De La Sonrisa Relativa


Hoy iba sonando la misma canción que se nos repite una y otra vez en nuestros reproductores de música. La de la vergüenza.

Hoy ibas algo más que bonita de lo que acostumbras a aparecer por mis retinas. Tu ropa conjuntaba muy bien con tu arte de seducirme. Con tu manera de controlarme sin tocar. Mirarme sonrisa relativa mediante.

Hay diecisiete mil adjetivos calificativos dentro de mis labios para ti. Guardaditos, esperando a que un día vengas y le pongas nombre. Personal. De segunda del singular. Ando perdido por encontrarte una mirada que te delate como aquella que sin querer queriendo quiso.

Pero francamente, ninguno de los dos tenemos la valentía por encima de la razón. Y ésto va a ser un "fue bonito mientras se soñó" de película romántica taquillera.

Mis felicitaciones a la única protagonista. A esa culpable de amor de golpe y porrazo. A esa que provocó curiosidad, misterio y que por razones de destino siempre que puede, consigue, de una manera relativa, viajar conmigo en autobús sin viajar conmigo.

Eres tan relativa, amor, como el sabor de tus labios. Me encantaría saborearlos como una cita contigo en una noche lluviosa, con tu piel desnuda bajo el calor de una chimenea que arde por ser testigo de nuestro desenlace.

Porque si hay algo claro es que el día que vamos a dejar de vernos está al caer, como todas nuestras oportunidades.

Será cuestión de tiempo. Quedan horas para que la chica de la sonrisa relativa desaparezca para permanecer en la memoria por siempre.

Porque ella está y no está a la vez. Porque ella lee todo ésto detrás de mí. 

Mientras en ese mismo instante yo escribo para ella.

Todo muy relativo. Todo por culpa de su sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...