viernes, 19 de junio de 2015

Circunstancias Azules

Creo que no fueron sólo tus ojos. Caí prendado por más de un labio, pero no fueron los únicos que me besaron en vida, pero sí los únicos que me hicieron sentir. Creo que empaticé por desgracia con tus penas. Digo por desgracia porque ahora soy yo el que las padece. Y aún no te visto compensarte todos mis cuidados hacia tu ternura. No te preocupes pues, no fuiste la única que pecó de herirme.

Creo que no fueron tus curvas. Porque más de una vez patiné sin tocar sobre tus delgadas caderas. Me confundí, creo yo, en las líneas de tus vaivenes, y fui testigo como loca de amor, te lanzabas a otro muchísimo menos enamorado que yo.

Creo que no solamente fueron tus desplantes. Porque a cada vez que me mostrabas tu indiferencia más quería saber de ti. Estuve a puntito de decírtelo a la cara, pero me faltaron dos oídos escuchándome. Preferiste oír historias de borrachos y piratas de noches, y me sentí el último marinero de tu vida, sirena de amor.

Creo que no fue sólo mi pesimismo. También influyó mucho tu desconocimiento. Y ahí me hago responsable de todo lo no vivido. Regalé sonrisas que no fueron devueltas y me gasté la mayor parte de mi saldo, que no fue dinero, en comprarte palabras que nunca leíste jamás.

Y ahora me toca pagar todas las letras que dejé a mi nombre. Porque les puse la firma de que algún día, te fueras a dar cuenta de lo que te quise. De lo fugazmente enamorado que estaba.

Me enamoré de tu presencia. Porque fuiste el más bonito elemento fortuito de mi agónica vida. Te encontré tan pa’ mí, que por las noches, cuando estaba solo, confundía la soledad con tu nombre, y ya me cuesta distinguir entre cuál estoy más cerca de las dos.

Me he enamorado de tus circunstancias tan azules como tus pupilas. Pues a pesar de estar tan coloreadas, nadie te las ha descrito como yo.

Pues nadie le ha dedicado más de dos noches a tus ojos. Pues nadie, jamás, ha estado tan prendada de ellas.
A pesar de las circunstancias, que entre tú y yo, son consecuencia de que tú seas la chica que nunca me amó.
Y yo el que nunca fue,
‘Azulmente amado’.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...