lunes, 16 de febrero de 2015

A Mi Futura Novia

Hoy no te escribo. Me niego. No tengo cuerpo para contarte secretos. No hay ganas de ilusionar lo que no llega. No quiero estar llorando mañana de lo que he reído hoy.

Hoy no me apetece desnudar el alma, y muchísimo menos con este frío que provoca tu antipresencia. No tengo yo el calor suficiente para quemarte miedos, para despertar inquietudes, para sofocar el deseo.

Hoy no tenemos ni buenos días ni buenas noches. No nos tenemos. Así de cruel y de temporal andamos. Que ni andamos. Que dicho así suena muy pasado. Que dicho así suena muy presente. Hoy no estamos el uno para el otro, ni por. No hay intención de remediarlo, ni siquiera conciencia de que se pueda arreglar.

Que no. Que no escribo. Que me niego. Tu no insistencia provoca mi apatía. Mis ganas de que pasen los días que casualmente no te veo. Hoy no tengo motivos para escribirte, para llamarte, para buscar excusas que me lleven a ti.

Hoy no escribo porque no estás. No te veo cerca. Ni sé donde vives. No conozco tus ojos, tu nombre, ni si quiera donde tienes el lunar del que me voy a enamorar.

Hoy por ti no escribo porque a día de hoy no te conozco. Hoy no te quiero. No te amo. No muero por ti, no beso tus besos ni muerdo tu boca. No sé a que sabes ni cuánto me gustará.

Hoy no te escribo. Mañana a lo mejor sí.

Porque hoy quién firma ésto no es el que te quiere, aunque sea la misma persona que te lo leerá. Hoy el que firma es aquel que cuando de una vez aparezcas en su vida te querrá. El que cuando lo conozcas va a contarte entre líneas cuánto te echó de menos, y porque andó escribiendo estos textos esperándote. Hoy no firma ése. Firmo yo. La misma persona.

Tu futuro novio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...