martes, 10 de febrero de 2015

A Mi Batalla


A bofetones de cariño acabé con ella (añoranza). Ni que decir tiene que salí triunfante de esta guerra que provocaron unos pocos cabrones que pululan por el corazón (los "senti" y "mientos").

Me lamí las heridas de guerras pasadas, de batallas absurdas que luché como si fueran la última y la definitiva, como si fueran dos cosas diferentes...

Intenté no destacar mucho entre la infinidad de infieles que hay por ahí abajo. Pero entre tanto cuerpo muerto y desnudo, se encontraba mi alma vestida y dispuesta a agotar su existencia delante de tus narices, a plantarte cara y a discutir con espada en mano, quién de los dos se quedaba con el otro...

Bastó un saludo sincero, nuevo y original. Fueron dos cositas,... y ahí empezamos a darnos de ostias. Empezamos a tirarnos los trastos, uno al otro. No paramos en ver si nos podíamos hacer daño o no...

A golpes, de éstos que dejan moratones de recuerdos acumulados, nos marcamos el uno al otro. Con las uñas afiladas me rajaste la espalda y yo te marqué mi mandíbula entre tu costado y el pecho. Vaya imagen. Los dos ahí como auténticos animales...

¿Te lo imaginas, no? Nos devoramos del hambre que teníamos. Desatamos toda la pasión y nos desahogamos agusto y lo justo.

Aprendimos a pelear contra los "yo nunca", aguantamos muchos "ya te lo dije", pero aquí estamos, batallando contra todos los "quizás..." y todos los "...y si..."

Lo dije hace tiempo, pero lo volveré a repetir...

Lidiamos con todo lo que se nos puso por delante y le plantamos cara al mismísimo miedo...que andaba disfrazado de pasado y futuro...

A últimas me diste el gran golpe. Te acercaste por la derecha y me distes uno de éstos que son infalibles. Además me distes de lleno, en toda la cara. A brazos abiertos. Yo no tuve tiempo de respuesta. Llegaste, a mi batalla, y me la ganaste con ese ataque inesperado,...¿que qué hiciste?...me abrazaste...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...