martes, 12 de mayo de 2015

Puntos y Seguidos

Tras cada palabra en prosa, tras cada ojo, grande, verde, iluso, se esconde todo lo que se andaba buscando por este perdido rincón. En mitad de una cita sin fecha, un beso nunca dado, la primera carta de amor todavía sin recibir está toda la pasión que voy a ponerle tras este punto y seguido.

Otro vendrá más abajo. Piel con piel, a escasos centímetros de tu parte de la cama. Aquí seguimos luchando porque un día la alusión te suene por el corazón y huela a deseos, tanto como tu perfume. ¿Por qué me gustan tanto tus puntos y seguidos si no he tenido aún ocasión de probarlos?

Estoy loco por conocer a dónde conducen todos ellos. Todos esos signos gramaticales de tu sonrisa. Los que tienes situados al borde del cuello. El que anda justo por encima de tu escote pidiendo seguir hacia donde indican tus labios y por ahí, perderse un rato en besos.
Si supieras las ganas que tenía de hablar de tus puntos y seguidos… Si supieras cuánto echo de menos no leer todas esas imperfecciones de piel que te quedan tan bien… Lo que me gusta contarte la hilera de caprichos que recorren tu suave piel, pienso yo, mientras veo una foto tuya que deja presagiar todas esas partes besables que guían tus puntos y seguidos.

Estoy buscando excusas para no escribirte mi nombre detrás de cada punto y seguido. Ando en busca de mil millones de razones que compensen las mil que tengo para enamorarme de ti. Pierdo buscando una mujer con mejores giros gramaticales que los tuyos, porque no conozco mejores puntos y seguidos que los que tu cuerpo posee.
No encuentro mejor definición a todos esos lunares que me guían por donde seguir escribiéndote. Y sólo se me ocurre una manera de acabar este escrito, este beso al alma o esta declaración de amor hacia tu persona.

Sólo se me ocurre terminarlo en punto. Y que sea, seguido hacia tus labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...