domingo, 24 de mayo de 2015

Café y Besos

El ruido ensordecedor del tráfico de la mañana la despertó de sus sueños. Desperezándose en la cama abrió los ojos en la habitación blanca que la acompañó desde que se independizó de sus padres.

Se fue directa a la cocina a por el primer sorbo de café que encontrara en la vieja cafetera que le regaló su tía cuando aún tenía pareja, noviazgo, o como se llame eso que aparece y desaparece como le viene en gana al caprichoso destino.

Cómo era habitual en su día a día, lo que más le apetecía en cada momento no había. Fijó los ojos en la taza del café vacía y recordó la de veces que él bajaba a la tienda de abajo cuando faltaba alguna cosa. Siempre tras una sonrisa, le decía que no le iba a faltar de nada y tras un beso se ponía la sudadera para bajar un momento por cualquier cosa que le hiciera falta.

No se molestó en buscar una alternativa al desayuno pues llegaba tarde al trabajo, pero lamentó por un instante, el haberse acordado de cuando ella, aún tenía café y besos por las mañanas.

Volvió a la habitación para ver qué conjunto pegaba más hoy con su añoranza, que se había levantado a la misma par que ella, igual de espabilada, igual de malas. Siendo justos, cualquier vestido le sentaría bien pero a diferencia de dos meses, hoy nadie le ayudaba a elegir vestido, ni tampoco la besaban alocadamente contra la cama, aún sin hacer, cuando terminaban de elegir color, complementos, detalles.

Todo casi listo para un día más, ser aquella que fue abandonada por aquel que tanto la mimó. Al encuentro un marco de fotos con el cristal roto yacía en la mesita del salón, justo al lado del teléfono, dónde el cobarde se atrevió a decirle ya no te quiero.

A lo lejos, justo encima del recibidor del pasillo, estaban las dos copias de llaves que ahora tanto sobran. Al cerrar la puerta, un silencio ensordecedor.

Los tacones lo rompieron con una pisada fuerte y directa. Supongo que iría hasta mi encuentro pues, esta mañana me he levantado en su cuarto.

Entonces olí a café.

E inmediatamente después, a besos.

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