jueves, 28 de mayo de 2015

Las Estrellas Fugaces No Brillan De Día

Me la volví a encontrar por debajo del cielo. Iba dos asientos por delante de mí. Guapa como la conocí. Hasta de media tarde era hermosa. Y aún así tan de día, lo era, pero no era su momento, no era su tiempo.

Hoy he conocido su silencio. Dos asientos por delante de mí. El desprecio sin querer de una estrella fugaz. La que tanto me inspiró, hoy ha vuelto a destellar ante mis ojos.

Pero me concedió deseos de "no te conozco". Me miró sin nombre y sin los dos besos de aquella noche que se presentó como la estrella fugaz que nunca debí amar. Rechazó mi sonrisa con la crueldad de una chica más guapa que su ego. No quiso besos, recuerdos, ni oportunidad.

El sol brillaba en su melena. Que la convertía en reluciente, elegante, seductora. Pero los ojos negros ya no destacaban, ni la sonrisa era tan blanca como aparente.

No pude evitar mirarla, pues siendo estrella fugaz, se hacía impensable no tentar los ojos al pecado. Ella se acomodó en su asiento casi incómoda por la persistencia de una mirada que no tenía respuesta.

Entonces entendí porqué, dos asientos por delante de mí, ya no estaba la que tanto quise querer conocer. Entendí porqué me equivocaba en querer a una estrella fugaz todos los días. Las veinticuatro horas.

Porque las estrellas fugaces no brillan de día.

2 comentarios:

  1. Hola me encanto la imagen que tienes, pronto sera el aniversario con mi esposo y me gustaría agregarla para hacerle un vídeo, pero no se si me permitas tomarla.

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    1. Búscala por internet porque tiene otro autor que no soy yo. Siento no poder ayudarte. Yo también la tomé prestada.

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