viernes, 8 de mayo de 2015

Dame un Segundo

Dame sólo un segundo. Déjame un intervalo de tiempo más corto que la línea de tus amores. Déjame gastarte un segundo ya que no puedo gastarte los labios.

Sólo será un instante, un momento, un ratito de tu vida, de la mía, de la nuestra. Dame tiempo. Pero no de ese que esconde un "ya no te quiero", sino dame tiempo de ése que vamos a pasar juntos. Prometo convencerte, si me dejas, en tan sólo una pizca de intenciones.

Acércate por dónde quieras. Por dónde creas que más daño te hicieron. Por la ilusión, la compañía, la confianza. Dame la oportunidad de trastocarte un poquito los planes. De ser el inoportuno que ya no esperabas.

Mírame a los ojos, y en silencio dime sí. Sonríele a mis esperanzas y acaríciame los sentidos con la mano que un día prometo pedirte. Si me dejas tan sólo un segundo, déjame hacer lo que tanto deseo, lo que tanto me negó tu destino, el mío, y el de muchos otros que pasaron por tus desilusiones antes que yo.

Ahora que ya estás frente a mí esperando una justificación de este trocito de tiempo, ahora que tus cabellos largos y morenos tocan sin querer mis hombros, ahora que tu perfume está tan cerca mía como tu boca. Dame un segundo largo. Un tiempo entre tu amor y el mío.

Si me dejas libres tus rojos labios, déjame besarlos por última vez como conocidos, y empecemos a adjetivarnos como enamorados.

Dame un segundo que dure toda una vida. Un tiempecito entre boca y boca, una pequeña dosis de droga llamada quererte.

Dame un momento para el primer beso.

Dame un segundo,

Para no olvidarlo.

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