lunes, 13 de julio de 2015

Tutoría


Me enamoré de niño. Y como un niño. Me gustó tu sonrisa entre clase y clase. Me gustó tu ayuda en aquellos números que no me salían. Como por ejemplo, los que componían la fecha del noviazgo que me prometiste en uno de esos recreos que suspendimos por ajenos. No me cuadraban las cuentas de los novios que pasaban por tus labios antes que yo. Yo, que nunca pude besar la belleza de tus matemáticas labiales. Esa curva. Esa maldita curva…

Recuerdo la biología de tu cuerpo. Esa anatomía, fisionomía, cuerpo, que tanta envidia provocó a las que eran ajenas a mis ojos. Recuerdo tu genética como nadie mejor me la supo explicar. Aprendí que las flores bonitas no sólo nacen en el campo. Que las Ciencias Naturales de tus iris son verdes porque las leyes del capricho quisieron que fueran así. Suspendí las naturales formas de encantarte. La biológica mezcla de alcohol y agua redujo nuestro amor a pura química en vaso de tubo. Química que probé para ahogar las penas.

En sociales me di cuenta que por muchos mapas que hacía no te encontraba. Nuestra historia de amor se convirtió en precisamente eso, historia. Y cada uno tiró para un lado del globo terráqueo, pensando que algún día nos encontraríamos en el mismo paralelo. Reconozco que recuperé la ilusión de descubrir un mundo nuevo en las orillas de tus caderas, de provocar guerras mundiales en cada periodo que pedías un poco de paz, tras el tratado que llevaba tu nombre por bandera.

Aunque nunca las probaras, en mis letras sacaste muy buenas notas. Creo recordar que fue la única asignatura que estudiabas como si mañana fueran a desaparecer. La literatura de un humilde escritor roto de amor le ganó un par de minutos a tu vida. Aunque sólo fueran unos minutos. Ahí estabas. Parafraseando sus palabras como si fueran escritas por y para ti. Así fue mi romancero. 
Esas fueron todas las asignaturas que me quedaron pendientes. Al borde de ser probadas en besos. Sé que quizás llego tarde pero siempre quise una asignatura que nunca me diste la oportunidad de tener.

Te estoy pidiendo una tutoría. 

Contigo.

De por vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...