sábado, 10 de enero de 2015

Tienen Derechos

Tenéis derecho. La que se fue, la que promete nunca volver, la que vino sin avisar, la que avisó de que se iba. Todas esas tienen derecho sobre ti. Porque está escrito en la sociedad que tienen derechos civiles y penales sobre la compensatoria de todo lo que andas haciendo mal en vida. Y para compensar todo eso...

Tienen derecho. Ella, la otra, la que nunca existió, la que provocó sus celos, la que nunca los provocó, la celosa, la que nunca lo fue. Cualquiera de ellas tienen derecho. Tienen derecho a todo. A opinar, a juzgar, a sentenciar. Tienen derecho porque sí. Porque aunque no lo parezcan importan y mucho. Se merecen todos los derechos del mundo y ya está.

Y sí, tienen derecho. La que te amó, la que no, la que te quiso como amigo, la que ni si quiera eso, porque se han ganado un trocito de tu corazón, bien arrancándolo o por méritos propios. Mérito que ellas se han ganado con el sudor de sus palabras, con su saber estar, con sus sonrisas, sus besos, sus una de cal y otra de arena.
Y aún así tienen derecho coño. Porque tú firmaste el documento que acreditaba esta sutileza de ejercicios que pueden ejercer sobre ti sin ningún tipo de consecuencia hacia sus personas. Tienen derechos y admítelo de una puta vez, que pueden hacer lo que les venga en gana, desahogarse por cualquier medio, tirarte al contenedor de "éste ya no", jugar al "ahora sí, ahora no", pintarse la cara pa' otro, degustar el sabor de los labios de un cualquiera con más derechos que tú.
Y tienen derecho a pronunciar la palabra olvido tan suave que suene hasta agradable, y colocártela en el Ipod para que todos los días de tu vida te acuerdes de ellas. Porque a melancólicas no les gana nadie.
Pero que también tienen derecho a velar por ti si hace falta, y darte importancia. Y a amarte sin condiciones, y derecho a darte un beso, y un abrazo. Derecho a enamorarte, por primera vez, de segunda, de tercera. Derecho a encantarte, a sentirte útil, a darte el sustantivo de novio, el vocablo de pareja. Tienen derecho a sumarte uno y que seáis dos. Tienen derecho a darte una vida contigo y para ti. Derecho a envejecer juntos. En definitiva, tienen derecho a amarte.
Y tú tienes derecho. Tienes derecho a guardar silencio, a esconderte todos tus miedos, a no incitar a la ironía, al desahogo personal y silencioso. Y por supuesto tienes derecho a la recursión.
A esa que es esperar que vengan otros ojos, otros labios, otras maneras, otra con derechos a decirte de nuevo y que lo parezca, dame todos tus derechos.
Y tú tienes derecho a dárselos. Y punto.

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