martes, 27 de enero de 2015

¿Quién debe a quién?

Me debes. Sin haber pedido nada a cambio pero me debes. Estás tremendamente en deuda conmigo y aunque no lo quieras reconocer, lo sabes. Me debes tantas cosas ya que ni te imaginas.

Estás condenada a devolverme todo lo que probablemente nunca te dé, pero aún así me lo debes. Estás pagando los platos rotos que yo tarde o temprano romperé. Por no hablar de los que vamos a romper juntitos, agarraditos de nuestro errores meñiques.

Para empezar, me debes infinidad de palabras. Tantas como van sumándose poquito a poquito aquí. Me debes frases, párrafos, de todo lo que nunca te atreverás a decirme. Me debes imágenes, fotos, instantáneas, tantas como yo me imaginé. Me debes esa en la que salimos tú y yo en ese viaje a Roma, la foto delante de nuestra primera casa. Me debes esa foto tamaño carnet que todo enamorado tiene de su prometida.

Me debes abrazos, tantos como yo te he dado en sueños. Besos tantos como quise darte. Me debes sonrisas y lágrimas. Dos por cada una mía. Y creeme que te saldrá a devolver. Y sí, me debes ojos, y muchos.

Tienes pendiente devolverme todos esos regalos de fiestas señaladas y aniversarios de aquí hasta tu arrugada piel. Me tienes que devolver todos esos detalles que tenemos pendiente de hacer. Estamos pagando la distancia a precio de diamante.

Y hablando de joyas, nos debemos las alianzas de compromiso, el anillo de pedida, el de enamorados, el del primer aniversario separados.

Me debes tantas cosas, me debes tantos momentos, qué a veces me pregunto quién debe a quién. Y lo peor de todo no es eso, lo peor de todo es que sin conocerte a veces me pregunto si soy yo el que aún está en deuda contigo. Y tú sin saberlo, tú sin conocerme, tú sin creer deberme, tú sin quererme…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...