viernes, 9 de enero de 2015

Lo Que Se Pide

Amarse es un beso. Quizás no tan seco. Amarse es besarse. Mucho. Es probarse. Apasionado, es quererse en mejillas, quererse en cuello, en espalda,...
Amarse es una cosquilla, una caricia. Amar es corporal. Es tocar al otro. Es acariciar. Que provoque un cosquilleo, un repelús. Amar es escalofrío y vellos de punta. Amar está en la piel. Amar es tacto. Es cercanía. Es dejar mano en cuerpo de.

Amar es compañía. Amar requiere más de uno. Amar
es sinónimo de hacerse amigo de tu mejor amiga. Amar es estar cerca aún estando lejos. Amar es querer estar. Querer quedarse junto a.
Amar es abrazo. Es bordear con tus brazos a la persona que quieres. Es recoger a dos en uno. Es protegerse en el pecho de alguien. De querer estar más cerca si cabe. De acaparar todo sin ser el protagonista de la acción.
Amar es futuro. Amar es secuencia en tiempo. Pide explicaciones y exige ilusiones. Amar es estar mañana y el querer estarlo. Amar es tan presente como futurible, y así debe ser.
Como ves amar es cualquier cosa que esté en condiciones de ser pronunciado o exigido. O acaso, ¿Nunca habéis pedido un beso? ¿Nunca le has preguntado a ese que tanto quieres si mañana te querrá? ¿Nunca has exigido un abrazo? ¿Nunca has pedido una caricia?
Por eso, aunque nos vendan aquello de que amar es recibir sin pedir, de que amar es voluntario, no os engañéis. Amar es lo que se pide por la misma razón que dejar de querer es dejar de pedirse, o de pedir tarde. Amar es pedir porque hasta cuando uno se casa la expresión es, pedir la mano. Y amar es todo lo que se pide porque recibirlo es señal de que se ha pedido, aunque sea sin decirlo.
Y yo ahora mismo quiero contigo, todo lo que se pide. Que yo quiero pedirte un beso, un abrazo, una caricia... Que yo ahora mismo quiero pedir amarte...

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