
Empieza por todas las cosas que te gustan. Su boca, sus caricias, sus besos. Empieza a enumerarlas por todas esas que nunca te llegó a dar. Etiquétale en todas esas fotos que te faltó por 'miedo a'. Déjale un 'me gusta' del tamaño de lo que temes decir.
Y ahora apaga el teléfono móvil, los audios y todos esos mensajes que se dejaron a medio decir. Ahora sal y plántate en los bordes de su boca. Y ahí empieza a decirle todo aquello que se dejó en el tintero en este 2015 que se va.
Nunca olvides de mirarlo a los ojos pues, ahí, en ellos, es donde está el verdadero sentimiento. Díselo. Que no tienes nada que perder y que te quedan años por ganar. No le prometas nada, demuéstraselo. Un día, otro día. Que no cuesta nada mostrarse tal y como uno es.
Díselo. Que es muchísimo mejor escuchado que leído. Que es más gratificante la sonrisa de su boca que la de sus caracteres. Díselo. De la mejor manera que sepas. Con besos, con caricias, con abrazos. Que se vea, pero sobre todo que destaque. Que se note que se quiere querer.
Que como ves, no es tan difícil decir te quiero. Que como ves no es tan difícil mostrar aprecio.
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Escribe bonito...