Se acabó. No pienso esperar ni un minuto más sin ti. Ahí
donde me ves tan tímido voy a irte a buscar. Se acabó. Yo ya no quiero
esperarte ni simplemente mirar. Yo ahora quiero estar contigo. Tan cerca, que
ninguno de los dos nos podamos separar.
Hoy he decidido que esperar es de cobardes. Que no pasar a
la acción es sinónimo de dejadez, y yo quiero todo lo contrario a dejarte
marchar. He apostado por ti y todos mis sentidos van a girar a devolverte todo
lo que me quieras dar.
Ya no habrá insinuaciones. Lo cambiaremos por mordidas. Ya
no habrá buenas noches. Las cambiaremos por perversas, en cama, bajo unas
sábanas que serán testigos de una pasión desenfrenada. Ya la cordura pierde
valor ante la locura. Se acabó el 'dejarse ir', el 'todo llegará'. Se acabaron
los textos largos sin nombre, las fechas sin dedicatorias, los cuentos sin
princesas. Ahora todo va a tener un por qué. Y sobre todo un con quién.
Me cansé, y no de esperar, porque te esperaría toda mi vida.
Me cansé de un vernos siempre para un luego. No es que tenga prisa por quererte
pero es que he visto, por otro lado, que pierdo minutos sin ti. Y que los
quiero empezar a recuperar contigo. Ya.
Voy a apostar por ti aún a riesgo de que me tenga que
recomponer si no llego a encontrarte. Al miedo lo he mandado a buscarte y yo
voy tras él para protegerte del mismo.
Quiero cuidarte. Y no sólo con la mirada sino con mis
brazos, mis detalles y mi compañía. No quiero ver como otra vez se marcha el
tren sin ti. Esa casualidad que nos debería de unir y que no llega. Esa
intención que tímidamente se va.
Yo voy a defender a partir de hoy un nosotros. Todo lo que
conlleve que tú estés feliz y yo lo viva cerquita tuya. Un nosotros que quiero
consumir en este mismo instante. Derretirlo en tus labios. Sentirlo en tu
corazón.
Yo no quiero un minuto más sin ti. Yo lo que quiero es un
contigo, el resto de todos los minutos que me quedan por vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe bonito...