domingo, 8 de noviembre de 2015

Primera Lección de Amor

Hoy he ido a buscarte. En el mismo rinconcito de la cama donde te esperaba. Hoy he vuelto a extender el brazo más allá de mi cuerpo para buscarte por entre las sábanas y abrazarte. Hoy ha vuelto a despertarme tu ausencia. El no saber de ti.

Hoy he vuelto a buscarte. En el único sitio donde me dejaste. Allí donde es todo tan frío. Donde todo tan depende de ti. Hoy he vuelto a dejarte un mensaje en el móvil. La única opción que me dejaste. Lo que ahora, irónicamente, más se acerca a tocarte. Que a mí, sin embargo, me sabe tan a nada. Que deja un sabor de 'ya si eso'. De vete tú cuando volveré.

Hoy he ido a buscarte ¿Y qué? Que parece que si se dice se pierden tres puntos en el orgullo. Que parece que si se busca se pierde la opción de macho alfa. Que parecemos tontos, joder. Ahí encerrando las intenciones por miedo a que te descubran cualquier síntoma de debilidad. Y eso es lo que más rabia me da. Que no es ni debilidad. Sino todo lo contrario. Es la seguridad de querer algo. De tener la fuerza de ir a buscarlo. El coraje de que todo lo demás te dé igual. Que si la quieres la vas a ir a buscar. Sean cual sean las consecuencias. Sean cual sean las impresiones.

Pues mira, sí. Hoy he ido a buscarla. A "tocarla" de la única manera que sé ahora mismo. Hoy he ido a preguntarle como estaba. Porque a todos nos gusta que se preocupen por nosotros. No se me han caído los anillos por querer mostrar un poquito de afecto. De cariño. De corazón.

Hoy he ido a buscarle. Bueno, ¿y qué? He ido a ser como soy. A tener un detalle sin nada a cambio. Yo no pedía ni que me contestase. Simplemente que lo leyera. Que supiera que estar estoy, en cualquier sitio, a cualquier lágrima, en cualquier ocasión. Y que lo volvería a hacer si de dentro me saliera.

Y más te digo. Me encantaría besarla. Agarrarla de la mano y pasear las emociones. Me gustaría empaparme de su vida. Saber cada detalle de sus pequeñas cosas. Conocer su pasado. Sus miedos. Sus sueños. Me encantaría tener mi mente ocupada en ella. Buscarle un hueco entre mis prioridades. Hoy, aquí, ya.

Me gustaría poder reírme con ella. Conocer su sonrisa. Enamorarme de ella. Y con ella. Estar en sus fotos pidiéndole un abrazo. Mirándola a los ojos. Pidiéndole un tiempo que sé que ella a día de hoy no tiene para mí.

Pero me gustaría corresponderla así tan distante. Y buscarla. Porque si te quieren sin que tú lo muestres es una muestra de amor de ese del que no nos creemos que existe. Si te buscan sin que lo pidas, apréndete la lección: 

Te quiso.

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