lunes, 16 de noviembre de 2015

Me da la vida


Si ella lo supiera yo creo que repetiría. Nada más por ver que con tan poquito, convierte ésto que no es nada, en todo lo que jamás pensaba conseguir. Si ella supiera que me da la vida, yo en este mismo momento dejaba de escribir y me iba a donde estuviere, a buscarla. Porque yo ya no se lo quiero dejar escrito. Yo ahora lo que quiero es arañárselo en su espalda.

Si ella supiera que me da la vida cada vez que me devuelve el gesto, no estaba yo aquí contándole mis ganas, sino más bien, sofocándolas allá donde me lleve su cuello. Ojalá ella supiera que le escribo. Pero no aquí. Sino en una libretita donde guardo todos sus gustos. Todos sus caprichos. Si supiera que escondo bajo el cajón de mi mesa todos sus futuros regalos, yo creo que no demoraría en pedirme el primero.

Si me da la vida entonces yo ya no quiero contárselo. Entonces lo que quiero es besárselo. Hacérselo llegar a sus labios. Dedicárselo pero con mucho tacto. Con manos. Yo no quiero hablarle de amor. Quiero demostrárselo. Poner toda la teoría en práctica. Vivir. Pero con ella. Porque no sé si lo he dicho ya, pero no me importa repetírselo. Que me da la vida. Que me das, tú, la vida.


Que es ella la que me hace levantarme todas las mañanas. Que la busco, y a mucha honra. Que me da la vida. Y no se lo he pedido, y probablemente ni ella lo sepa, pero sí, me la da. Me da y mucho. Y todo sin tocarla. Sin poder tocarla. Me da la vida y a partir de ahí, como dice la canción, me va la vida. Ya no la contemplo como un tiempo que se me escapa sino como todo lo que me queda de ella disfrutarla junto a.

Que la quiero. Y no me importa perder una vida repitiéndoselo al oído. Me da la vida. Y si pudiera se lo diría. Y cuando tenga el momento se lo diré: "te acuerdas de aquella época en la que...", pues ahí ya me dabas la vida. Ahí estaba yo escribiéndote por falta de oportunidad, por lejanía de labios, por ausencia de besos.


Y sé lo que tengo que hacer. Compartirla. Dársela. Ponérsela en una caja, y a modo de me entrego a ti, hacerle ver que puede hacer con ella lo que le plazca. Porque yo ahí, me rindo. Ahí no tengo más nada que añadir.

Bueno sí. Que si ella me da la vida. Yo pienso dársela también. Que si me quiere, no hay quién mejor que ella para ponérmela patas arriba. Que no hay con quién mejor que ella para vivirla.

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