sábado, 20 de febrero de 2016

Potencia partido por Resistencia


Me acuerdo de la ilusión que desprendíamos, saliendo de cada poro de nuestra piel. Dejando un ambiente de calma, serenidad, de querer estar juntos allá donde se fuere. Me acuerdo de los besos de sábado tarde. Todos los que nos invitamos cada vez que llegaba un poquito de buen tiempo. Un poquito de estar juntos para dedicarse. Los mismos minutos y segundos que nos los gastábamos uno en el otro. Como si fuera la paga de la semana. Invertida en el mejor sueño de cada noche. Creo que no recuerdo mayor satisfacción. La sensación de haberse querido bien. De haberse recordado mejor aún. La potencia con la que amábamos. La poca resistencia que nos poníamos a dejarnos querer.

Al final te das cuenta que lo importante no es la duración sino la intensidad. Que en la fórmula no existe el tiempo. Se observa que contra más potencia, mayor intensidad y que contra menos te inhibes, mayor se sentirá. Increíble como una fórmula física nos puede dejar caer la electricidad de una relación. El quererse con muchos vatios de potencia, el dejarse llevar con poca resistencia. Al final no se trata de saberse enamorar, sino de formularse mejor.

Encontrar la simbiosis perfecta entre te quiero y ya no te quiero. Conocerse entre todos los 'síes' y todos los 'noes'. Quererse y dejarse querer sin medir segundos ni distancia 'añorable'. Resistirse más allá de una simple boca. Devorarse, más allá de una piel. 

Por eso se nos acaba todo cuando ya no hay potencia. O cuando todo el querer de uno no se puede dividir entre cero. Cuando nos resistimos demasiado o cuando a la relación no le echamos bemoles.

Menos mal que siempre nos queda este rinconcito de la semana llamada sábado por la tarde. En esa humilde y cálida esquina del sofá. Donde la intensidad siempre ha sido potencia partido de resistencia. 

Donde tú y yo interactuábamos con gusto. Hablando de nosotros. Besándonos sin besos. Abrazándonos sin ropa. Queriéndonos, conociéndonos. Produciendo electricidad estática. Electrocutándonos de amor. Del bueno.


2 comentarios:

Escribe bonito...