viernes, 1 de enero de 2021

Amores de Enero

Amores de enero. Eso de empezar desde cero. Poner las ganas ahí, en el horizonte, para alcanzarlas a lo largo de un nuevo año, para irse pidiendo cada vez un poquito más, sabiendo que a lo lejos hay un te quiero que no se desea tanto escribir como írselo diciendo. Amor y año que van pidiendo un poco más de probarse y algo menos de conocimiento. Quitando las barreras de unos kilómetros que cortan alas y cuentan cuentos.

Amores de principios. De empezar a darlo todo por esos abrazos prohibidos casi por el mismísimo gobierno. Donde nos hemos tenido que aprender a querer sin manos, al amor sin beso, al te quiero sin voz. Amores que dan las uvas y te ponen ahí, en la casilla de salida, para tirar los dados, para degustar la incertidumbre de un tablero donde tú eres la ficha, y ella el premio.

Amores de quererse mucho, de amarse mejor, de pedirse más. Amores biyectivos en busca de respuestas, en busca de excusas para provocar a un futuro incierto, en busca de una buena patada a la vida que nos haga encontrarnos donde sea, bajo cualquier épsilon, para todo delta. 

Amores que nos es que te busquen sino que te demandan. Y sin querer te revalorizan los abrazos, te suben el precio de los besos y te guardan bajo una mesita de noche que pide pasión, que pide perversión, deseo, droga, calor, sexo.

Amores minimales de dos abrazos. Que si se encuentran van a cometer el repetido error de volverse a echar de menos, de volverse a perder. Con la osadía de buscarse en unas letras que cada vez escriben menos, que cada vez ilusionan a más nadie.

Amores de intención, de larga duración, de haberse perseguido en busca de otra verdad que te contaron mientras ibas acumulando ilusiones rotas en el sótano de la emoción. Amores de no pudo ser, de no saber quererse. La vida empieza ahí, en quien se molestó a irse a buscar.

Aunque hiciera frío,

Aunque fuera enero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...