viernes, 8 de enero de 2021

Siempre la misma pesadilla

Al extender el brazo, a mi lado ya no estás. Otra noche más sin ti. Con miedos de amores que viajan a un pasado donde fuimos infieles a nuestras promesas. Acostándonos con cualquier otro sueño, con cualquier otro labio, a los pies de otra cama, sacudido por otro otoño, de otras sábanas.

Mis sentimientos ya no saben dormirse solos. Y se acuerdan de tu olor, del calor de un espacio donde mis manos te buscan pero no te encuentran, donde mis ojos te imaginan pero no te ven, donde mis letras te escriben pero ya no te leen.

Siempre la misma pesadilla. Viendo como te alejas. Sin posibilidad de salir corriendo detrás tuya. Incapaz de gritarte no te vayas. Desde lejos me miras queriéndome decir algo que no termino de interpretar. Y el frío de mi cama ya no lo sacian unas mantas que taparon tantos inviernos juntos, que escondieron tantos secretos, tantas caricias.

Amor desvelado que ya no te sueña porque es incapaz de dormir sin ti. Dejando una madrugada que no hace más que resumir todas las noches que dejaste. Que ya las mañanas no tienen tu "remolonería" de cinco minutitos más en la cama, que mis sudaderas no tienen usurpadora, que mi cuerpo ya no tiene rincones donde te dejabas caer dormida, o como los espejos ya no reflejan un nosotros, donde la habitación ya no besa despeinada, donde soy carcelero de mi propia soledad.

Yo, que me dormía mientras tu mano acariciaba mi pelo hasta dejarme saciado de amor. Que nadie supo mejor quitarme los miedos, que nadie supo mejor curarme las cicatrices, hacerme olvidar los duelos, el abandono, todos esos no.

Quizás por eso las noches son más traicioneras. Donde el silencio me grita tu ausencia, donde mis ganas arropan mi frío y me inundan la añoranza con imágenes tuyas que guardo en cualquier rincón de mi sien. 

La primera vez que sueño sin ti, contigo. Helado de frío, sin tu calor. Pesadilla. Mi bonita pesadilla. Porque siempre acaba en tus melosos labios. Los de verdad. Dibujando en los míos un todo fue un sueño.

Donde yo me lo creí.

Pensaba que ya no estabas ahí, al extender el brazo. A la que tanto abracé,

Mi pesadilla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...