miércoles, 12 de enero de 2022

A otra guerra

Tú siempre has sido de frases muy cortas, de ilusiones muy largas. Que siempre has sido muy amiga, que siempre has pensado que sería posible, que apostaste por un amor que no fue. Siempre has sido de quererse más que de encapricharse, que la vida te ha regalado todos esos 'nuncas' que has guardado cuidadosamente en un cajón, en el cajón de pensar.

Y hemos volado a cualquier excusa que venía con un contigo de regalo, que hemos viajado a cualquier rincón de piel ajena a comernos los besos, a acariciarnos el alma. Hemos sido, me incluyo, de cualquier volveré, de cualquier espérame, de cualquier voy a estar aquí.

Y nos lo hemos creído como críos. Soñadores que hemos pensado que no había ni Málaga ni Sevilla que nos distanciara, ni vida que nos separase. Que nos hemos tatuado la piel con sus promesas, que nos hemos dejado llevar por cualquier brújula que marcaba su pecho, por cualquier mapa que señalara de todo menos el norte.

Tú has sido de las mías. De las que pensaba que ella volvería. Que ella se arrepentiría. Y con dos copas de vino y una cerveza le hemos reído a la vida, le hemos versado los labios, y le hemos contado mil historias para que por favor volviera. Eres de las mías, que siempre has estado al otro lado de la frase 'lo siento'. 

Y que has visto como conforme nos íbamos haciendo más adultos, al decirnos la frase no se sentía nada. De las que nos hemos levantado de mil caídas por batallas que nunca provocamos. Porque nunca hemos sido de ir a la guerra, sino de curar heridos.

Donde tú eras enfermera y autora de mis heridas a la misma vez,

Donde yo era tu soldado caído.

Tu único 'prometo que volveré' que vas a ver venir por el horizonte.

Por cualquier infinito 'te quiero' que te dediqué mientras te marchabas.

A otra guerra, a otro soldado.

O a otro amor.

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