viernes, 6 de noviembre de 2020

Mi vida, tuya

La excusa es mía. La sonrisa tuya. Las ganas mías, todas mías. Que cuando te pierdo de vista se rompe mi brújula. Aquella que ya no divisa el norte, sino cualquier dirección volviéndote a buscar. La locura es mía, muy mía. Que a cualquier aparición tuya le rezo, que a cualquier tontería me apunto si es contigo. Las esperanzas guardadas en cualquier cajón de una mesita de noche que te huele, que te sueña y que te deja un huequecito que lleva tu nombre.

Las ilusiones mías, los besos ojalá que nuestros, las palabras corren de mi cuenta, las miradas tuyas; que llevas ojos ganándome desde que te vi. La timidez a medias; a cualquier juego de enfadarnos invito yo, a cualquier enfado tonto de pelea de sofá, a cualquier carantoña de habitación.

El amor en cama, la ropa al suelo, los mordiscos al salón. El sexo empata, mientras tu boca mete el gol del honor. Mis sueños muy nuestros, tu frío mío, mi calor tuyo, muy tuyo. Todas las arrugas de tus comisuras mías y mi boca tuya. Tuya, mil besos tuya.

Mi tiempo contando las horas para verte de lunes a viernes. Los findes tuyos, cuando venías a pies juntillas a darme la sorpresa de aparecer pidiendo, exigiendo un poquito de atención. Y yo iba y te la daba. Como mi vida. Que por cierto; mi vida, tuya.

Mi vida sin ti.

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