martes, 15 de enero de 2019

¿Por qué nos da miedo el amor?

En primer lugar porque quema. Como esa sensación de las heridas a ras de piel. Que dejan una marquita hecha por otro cuerpo. Soltando una pequeña ebullición de calor que sin quemar, duele. Que aunque duela es tuya. Que aunque rompa carne y sangre, al final no queda otra que cuidarla para que cure. Y eso es lo que da miedo, cuidarse. Porque se nos ha olvidado eso de querernos. Que cada vez nos odiamos mejor. 

Eso es lo que da miedo. Haberse enamorado mal. Haberse dejado querer aún peor. Y nos creemos que cualquier cosa es amor. Que cualquier emoticono, cualquier like, cualquier foto es ya relación. Eso es lo que da miedo, que vayan a tomárselo en serio. Nos asusta el tiempo. Pero el tiempo de verdad. El tiempo que nos dedicamos, el tiempo que nos echamos de menos, el tiempo que pasamos juntos, el tiempo que nos dejamos de ver, el tiempo que nos dedicamos de más.

Porque somos egoístas hasta para dejarnos querer. Unos auténticos cobardes del amor. Al más puro estilo mercenario. Pidiendo fuera de carta. Y no solamente eso, sino a veces devolviendo amor que habíamos pedido de más. Nos da miedo enamorar. Que eso ya es una cosa preocupante. Nos da miedo ser la ilusión de otro. Que nos rompan. Que nos quieran por encima de nuestras posibilidades. Nos da miedo a ser lo más preciado de la vida de otro. Nos da miedo ser el amor, y aquel o aquella por la que lucharían hasta el final.

Porque eso es otra de las cosas que nos da miedo del amor. El como acabará. Siempre adelantándonos a todo lo que pueda pasar. Unos auténticos profesionales del spoiler. Creando trailers de películas donde somos protagonistas y que no tienen ni porqué cumplirse. Miedo al final. Pero al final desconocido, porque, independientemente de si acabara mal o bien, lo íbamos a rechazar de lo lindo.

Nos da miedo lo bonito. Tanto lo que se escribe como lo que se besa. Que no creemos que nadie pueda darnos lo que tanto íbamos buscando. Nos da miedo lo que va bien. Porque dudamos hasta de lo que creíamos tener tan claro. 

Nos da miedo por no estar a la altura. Frase que no admitirás ante nadie pero, te da miedo ser el que menos quiera de la relación. Nos da miedo ser segundos, en el mismo lugar donde eres el primero de alguien. Nos da miedo el precipicio de la sorpresa. El no estar preparado cuando la otra persona venga a regalarnos todo su amor.

Porque nos da miedo no tener espacio donde dejarlo. Nos da miedo lo que pueda ocupar. Que uno ya no sabe si dosificarlo o tirarse a darlo todo desde el principio sin más. Miedo a tener que guardarlo todo en cajas como en una mudanza. Y miedo a tener que asumir que estás enamorada sin vuelta atrás.

Porque aunque tú vengas a leerme con miedo, 
Yo vengo al final del texto,
A quitártelo una vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...