miércoles, 4 de enero de 2023

El amor no puede con todo

Ojos marrones, sonrisa sibilina. Ilusiones que vienen a quedarse en mitad de un desembarco de sueños recogidos en trocitos de papel. Chica que esconde mil historias que contar. Este primer párrafo te va a contar la primera de muchas. Te dije que volverías a buscar en este naufragio de amores algún poquito de complicidad. Porque acabas de conocer mi edén en mitad de un indudoso desierto. Al carajo las buenas formas. Se acabó el escribirse bonito. Deje aquí sus ruinas, todos esos 'se fue'. Aquí deje desnudos sus miedos, aguarde quieta mis letras. Mis caricias harán el resto.

Su nombre, pecado de cualquier hombre mortal, con cualquier manzana envenenada, con la ropa al borde de la cama, con sus labios secos en cualquier noche donde, como Penélope, deshacía lo tejido de cualquier relación a lo isla de las tentaciones. Donde ella pedía una hoguera, el otro ardía en la cama de otra.

Hemos pecado de lo lindo. Porque hemos ido a buscar el amor donde siempre. A buscar lo que menos nos quería. En busca de cualquier cuerpo sin alma, de cualquier físico sin amor. Y en este segundo párrafo rogamos nuestro castigo a besos. Como en estos caprichosos sueños de 2023. Que ya no se quiere, porque hemos perdido las formas, el fondo. Y ya las intenciones buscan un poquito de cordura en mitad de tanto amor libre. Al libertinaje le hemos abierto las puertas de unas noches de verano donde hemos ido rogando perdón por cada granito de arena que era cómplice de otro desamor de campeonato.

Va por todos los que besaron sin contrato de permanencia. A todos aquellos que escribieron mil veces amor sin saberse la definición. Va por todos aquellos que 'ghostearon' una relación, que perdieron una bonita amistad, una sonrisa tímida, con todas esas palabras rozándole los lunares de su piel, que les hiela cada vez que vienen a creer la razón, a fingir cariño, a contarse una falsa verdad. Aquí yacen los cuerpos inertes de aquellos que te mintieron en toda tu cara, que te escribían palabras repetidas de otra conversación. Al carajo todo aquel que te trató mientras se trataba a otra. Ahora me entiendes cuando te decía que el amor no puede con todo.

Al desastre de sus labios le empatábamos con todas nuestras virtudes. Que esta temporada no vamos a rogar ni un poquito de amor. Te escribe uno con un orgullo herido pero crecido. Que no soy mejor que nadie pero no tengo nada que envidiarle a todos esos que te ganaron batalla, que te engañaron en cualquier noche. Soy de los de abrazos infinitos, de calor en invierno, de chimenea, sonrisa, trabajo, feliz por los logros ajenos, que busca prosperar cada minuto, de amor unipersonal y recíproco, familiar, hogar, soy de los que quieren como la primera vez, sexo, amor. Todo junto. Todo juntos.

El error es ir buscando el mismo prototipo de amor de plástico que nunca nos puso un escrito de amor, que nunca nos besó con verdad. El error fue buscar sábanas frías que no nos querían más allá de 24 horas. Y nos cerraron las puertas de una relación donde nos creíamos protagonista, donde pensábamos que iban a cambiar. Fumar mata; el amor, también. 

El amor no puede con todas esas veces que contestaste por cortesía.

El amor va a dejar de escribirte nada más que termines de leerte esto. 

Y lo vas a dejar escapar una vez más, 

tonta, idiota.

3 comentarios:

Escribe bonito...