miércoles, 14 de diciembre de 2022

Definición de amor

Nos han puesto trampas hasta en las comisuras de nuestros labios, en aquellas esperanzas de cualquier amor perdido. Nos han puesto zancadillas hasta cuando estábamos ya caídos, con las alas bien rotas, con las heridas aún abiertas de tanta batalla perdida, de tanto amor servido, de tanto amor exigido.

Nos han mal querido mucho de sábanas para fuera. Hasta tal punto de que nos hemos sentido a la deriva en cualquier océano nuevo, en cualquier relación posterior. Y nos hemos sentido Magallanes en cualquier vuelta a empezar, en cualquier principio de besos. Creyendo recorrer el mundo en busca de una quimera, de una ruta hacia su boca, hacia la ruta de sus comisuras.

Nos han querido tan mal, tan rotos, tan rápidos; que no nos han dado tiempo ni a disfrutar de la derrota. Nos han querido tan difícil que ya no nos creíamos eso de que el amor estaba para nosotros. Nos han querido dar tantos besos falsos y vacíos que nos hemos creído que cualquier 'amor basura' era amor.

Hemos confundido tantas veces el aprecio con la pasión que hemos ido a enamorarnos de otro muro de piedra. Al frío de cualquier invierno nos lo hemos puesto de cómplice de cualquier cariño, al verano lo etiquetaron de promiscuo, el otoño siempre llegando tarde y las sábanas recuerdan primaveras donde ellos siendo marzo, nosotros siempre, tarde, siendo casi abril.

Nos han querido tan mal que ya no hay forma de quererse peor. Nos han besado tan mal que cualquier beso nuestro costaría a precio de cualquier diamante. Aquí estamos, tan heridos, que sanamos con solo tocaros. Con un historial de amores que no queremos para la siguiente luz, para la siguiente relación.

Que somos expertos en cualquier piel herida. En estar para todo. Expertos en estar para siempre, ante cualquier complicación, bajo cualquier concepto y sin derecho a devolución, sin intereses. Con años de experiencias en arañazos a nuestras promesas, con caricias en el sofá bajo unos días de lluvia a cualquier serie de Netflix. Sabemos tanto de vuestro cuello, que cualquier roce en él te invita a una nueva revolución de sábanas, ropa al suelo, amor.

Conocemos tanto vuestros fríos, que nuestros abrazos saben abrazar, saben ser hogar, saben cubriros completas dejando vuestra cara cerca del corazón, que ya sabemos darlo como vuestro sin ser roto. Si supierais las ganas que tenemos de acabar este párrafo y haceros el amor...

Si supierais la de veces que hemos estado despiertos viendo como os dormíais, la de veces que os hemos quitado el flequillo de la cara, la de veces que hemos acariciado vuestra piel sin sentido pero con toda la intención, la de veces que os hemos querido tan tan bien...

Si supierais la de veces que hemos estado escuchando vuestros días, la de veces que se ha quedado la taza de té fría escuchando vuestras preocupaciones, vuestro trabajo, vuestra rutina. La de veces que hemos estado ahí detrás de esa llamada de teléfono cuando aún no éramos ni novios. La de veces que hemos estado a ese lado del coche yendo a cualquier travesía, a cualquier playa, a cualquier plan.

Si supierais la de veces que hemos sonreído ante vuestra timidez, la de veces que hemos hecho de bufón de la corte, pañuelo de lágrimas, hombro donde llorar, acompañante silencioso. La de veces que os hemos dicho te echo de menos cuando nos separaban distancia, kilómetros, familias, vida. La de veces que hemos estado ahí sin estar. Si lo supierais estábamos convencidos de una única cosa.

Que de seguro que ya ni os acordaríais de como empezó de pesimista este post.

Pues eso es el amor.

Eso es jodidamente el amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe bonito...